miércoles, 20 de septiembre de 2023

Cambio de dirección,

 


Cuento de día de muertos

 


La primera vez que escuché sobre la pequeña Mitli yo tenía 7 años y estaba comiéndome a escondidas las mandarinas del altar del día de muertos; cuando mi abuela me descubrió me dijo que si continuaba robándome la comida de los difuntos Mitli aparecería en la noche y me robaría mis juguetes como venganza. Claro está que yo no sabía quién era Mitli ni porqué querría vengarse de mi así que mi abuelita tuvo que explicármelo pacientemente:

Mitli era la hija de los señores del Mictlan. Sobre su nacimiento nadie estaba seguro: Unos decían que había nacido de los pensamientos de sus padres, otros que había florecido tal como lo hace la flor de cempasúchil y otros más afirmaban que en realidad Mitli se había formado de la mezcla de gotas de mandarina con la tierra; fuera como fuera lo cierto es que sus padres la querían y consentían mucho ya que era su única hija. Mitli había conseguido que sus papás le dieran dos compañeros de juego:  Un pequeño ajolote rosado llamado Coyolli y un xoloitzcuintle bicolor que se llamaba Yohualli.

Como es de imaginarse tanto Mitli como sus nuevos amigos volvían locos a todos en el Mictlan. El cachorro correteaba por aquí y por allá entre los  nueve niveles mordisqueando todo y a todos, ni siquiera El Señor de la Muerte se salvó de una mordida en el chamorro; hecho que lo hizo enojarse mucho debo aclarar.  Por su parte Yohualli distraía a todos los otros perros que cruzaban el río, les hacía cosquillas con sus deditos hasta que terminaban por voltear a los fantasmas que llevaban sobre sus espaldas. Mitli los miraba divertida desde la orilla a pesar de la molestia de sus papás. Con el tiempo y después de tantas travesuras realizadas por los tres el Señor y la Señora de la Muerte decidieron poner orden en el Mictlan y le dieron a Mitli un tutor que se encargaría de disciplinarla a ella y a sus compañeros cuando fuera necesario. Su tutor era nada más y nada menos que Mazatzin, el espíritu de un hombre-venado.

Al principio fue difícil para todos pues ninguno de ellos estaba acostumbrados a recibir reprimendas de nadie pero lograron hacer un buen equipo y el Mictlan volvió a ser el lugar de paz y tranquilidad que era desde siempre. Los padres de Mitli estaban sorprendidos por ello y decididos a saber su secreto mandaron a llamar a Mazatzin.

-¿Cómo has convencido a nuestra pequeña Mitli de portarse bien? ¿Cómo has conseguido que sus compañeros dejaran atrás sus travesuras? – preguntaron los padres-

-Señor y Señora. Ellos siguen haciendo travesuras, pero no en este mundo. Les he prometido que cada vez que se abra el portal con la tierra de los vivos ellos podràn hacer de las suyas con los niños y las niñas que se coman nuestros alimentos. Como saben, cada vez hay menos platillos completos que traer aquí abajo, ya que la mayoría de las frutas, panes y dulces son mordisqueados por los humanos pequeños.

Los señores de la Muerte sonrieron al imaginarse a Mitli causando estragos en el mundo de los vivos, agradecieron a Mazatzin su tenacidad y se retiraron a su palacio.

Yo me quedé pensativa y  le pregunté a mi abuela porqué se llevaban la comida en lugar de comerla sentados junto al altar. Ella me respondió:

-¿Tu podrías comerte la olla de mole entera, el pan, el atole, los tamales, la calabaza, los dulces, el camote  y el café sola?

-No

-Bueno pues ellos tampoco, aparte no son egoístas como lo somos los vivos. Ellos comparten todo. ¿Has visto lo que hacen las hormigas todos los días?

-¿Buscar comida para llevarla a su casa?

-Exactamente, los fantasmas hacen lo mismo. Vienen el día de muertos y se llevan la comida al Mictlan. La guardan en ollas de barro especiales y les dura hasta el siguiente año.

-¿Y no se les acaba?

-No, porque hay muchos muertos y sus familias dejan comida para más de dos, aparte ellos comen menos que nosotros porque ya están muertos, niña tonta.  Ahora ve por unas mandarinas al mercado para reponer las que te has robado del altar, si no lo haces Mitli, Coyolli y Yohualli vendrán a molestarte y Mazatzin no se los impedirá porque te lo mereces.

Corrí al puesto de Luisito sin pensarlo dos veces y use mi domingo no solo para comprar mandarinas, también compré dulces de más, un collar de piedras verdes para Mitli y unos trozos de carne para Coyolli y Yohualli, a Mazatzin le conseguí una pequeña canasta de hongos silvestres.  En verdad esperaba que con esto alcanzara para evitar que se enojaran conmigo. Regresé a casa y puse todo en el altar; ya entrada la noche ayudé a mi papá a prender las velas y hacer el camino con las flores de cempasúchil, después me fui a dormir.

Un ruido extraño me despertó en la madrugada, me levanté sin hacer ruido y desperté a mi abuelita. Ella me hizo una seña para que guardara silencio y comenzamos a caminar de puntitas hasta la sala, en donde se encontraba el altar.

¡Allí estaba Mitli! era una niña chiquita quizá un poco más alta que los chaneques, tenía su piel morena y sus cabellos negros y de su cuello colgaba el collar que le dejé;  Coyolli estaba sentado sobre su hombro izquierdo y Yohualli parado junto a ella entre las flores naranjas, moradas y amarillas. Mazatzin y los fantasmas de mi familia flotaban en el camino de flores dispuestos a cargar con toda la comida para llenar la alacena del Mictlan.

Mitli me miró directamente a los ojos y me sonrió , todos desaparecieron entre la llama de una de las velas y no los volví a ver hasta el año siguiente.

Cada día de muertos les dejo un regalo en el altar y ellos dejan un regalo para mí debajo de mi cama. Hasta la fecha tengo  una colección completa de huesos de dinosaurio, tres quijadas de víbora, un colmillo de coyote y dos costillas de tlacuache.



miércoles, 13 de septiembre de 2023

Literatura latinoamericana

 

LITERATURA LATINOAMERICANA

 

¿Qué es la literatura latinoamericana?

En su Diccionario de literatura latinoamericana, la Prof. Susana Cella indica que tal obra “supone la existencia de un conjunto de textos, movimientos y tradiciones propios de una literatura emergente del vasto espacio que va desde México hasta la Argentina”. La literatura latinoamericana engloba así toda la producción literaria de la América Latina, desde su nacimiento hasta hoy, tanto oral como escrita, y en todas las lenguas del territorio – principalmente el español, el portugués y el francés, pero también las lenguas indígenas, y las variantes creoles.

 

Así pues, la literatura latinoamericana no se define por su posición geográfica, ya que incluye gran multitud de países, además de autores emigrados fuera del marco territorial típico, ni tan solo por una lengua en común. Sus límites son más complejos de trazar, pero expertos como en La literatura latinoamericana como proceso (coord. Ana Pizarro) encuentran el eje central de este enorme corpus literario en el aspecto cultural.

 

En sus palabras, “lo que delimita el área comprensiva de una literatura latinoamericana es la existencia de significaciones culturales comunes”. Podríamos decir que la literatura latinoamericana se define así por un imaginario o bagaje cultural colectivo que va más allá del de la literatura de cada país que conforma la América Latina.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Paola Klug

 

Mi Nombre es Paola Klug, soy una escritora mexicana especializada en realismo mágico. Comencé a escribir desde muy joven, pero no fue hasta el 2010 que comencé a hacerlo de forma profesional; todos mis cuentos están inspirados en los diferentes matices del México mestizo y del México prehispánico. La tradición oral, la mitología, la magia y el chamanismo son ejes primordiales en mis letras. Soy una escritora autodidacta, pero la calidad de mis historias me ha llevado a ser leída en casi todo el mundo.

 

Cuentos como «Trenzaré mi tristeza» «Cuento de día de muertos» «Sin Corazón» » Te esperaré» y «El eco de tus entrañas» se han hecho virales en redes sociales; he sido publicada en más de 30 antologías, revistas y diarios impresos y virtuales en México, Estados Unidos y la Unión Europea. Actualmente cuento con 9 libros, 8 de cuentos y 1 novela, y 1 compilación editada y creada por el Instituto de Arte y Cultura de Celaya junto al municipio de Celaya. Me he presentado en diversas universidades y centros de estudios a presentar, leer mis cuentos o dar conferencias sobre el contenido de mis libros y dos de mis cuentos sirven como materia de estudio de lenguas hispanas en la Universidad de Harvard.

 

Biografía | Paola Klug ☾Bruja Morena ☽

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MARIANO AZUELA

 

Mariano Azuela González nació en Lagos de Moreno, Jalisco, el primer día de enero de 1873. Murió en la ciudad de México el primero de marzo de 1952. En su tierra natal, luego de los estudios elementales, ingresó al Liceo Miguel Leandro Guerra. Se trasladó a Guadalajara con el fin de cursar la carrera de sacerdote, pero se decidió finalmente por la medicina. Obtuvo el título de médico en 1899. A fines de ese año se hallaba de regreso en Lagos, donde además de ejercer su profesión participó en el cabildo municipal. En su tierra, se relacionó con otros escritores, como Antonio Moreno y Oviedo, Francisco González León y José Becerra. Ya en 1896 había publicado varios relatos en el periódico Gil Blas Cómico, de la capital del país, entre ellos, un fragmento de su novela María Luisa, que editaría hasta 1907, en Lagos. A esa novela le siguieron Los fracasados (1908) y Mala yerba (1909). Además de esas tres obras, al momento de iniciarse la Revolución, tenía publicados numerosos relatos. En 1911, luego de renunciar a la jefatura política de Lagos de Moreno ante la presión de los caciques locales, publicó Andrés Pérez, maderista, con la que inaugura la novela de la Revolución Mexicana. A fines de 1914 se incorporó como médico a la tropa de Julián Medina, quien lo nombró Director de Instrucción Pública de Jalisco. A la derrota del villismo, se refugió en El Paso, Texas, donde en los últimos meses de 1915 dio a conocer Los de abajo. Desde 1916 residió con su familia en la capital del país. Aquí continuó con el ejercicio de la medicina y con la escritura literaria. Sobre los acontecimientos políticos y sociales de la década 1910-1920, le debemos además las novelas Los caciques, escrita en 1914, pero publicada en 1917, Las tribulaciones de una familia decente, Domitilo quiere ser diputado y Las moscas, estas tres editadas en 1918. Sólo a mediados de la década de 1920 se le empezó a reconocer como un autor relevante. En 1942 recibió el Premio de Literatura, y en 1949 el Premio Nacional de Artes y Ciencias. Participó como miembro fundador de El Colegio Nacional (1943). Dictó en esa institución una serie de conferencias que reunió en el volumen Cien años de novela mexicana (1947). Fue autor de veintiséis novelas, una biografía sobre el padre Agustín Rivera y tres obras de teatro. Escribió también ensayos, crítica literaria y textos autobiográficos.

Fotografía

 

 

 

 

 

 

 

 

 

JORGE LUIS BORGES

Jorge Luis Borges Acevedo. (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 - Ginebra, Suiza, 14 de junio de 1986). Poeta, ensayista y escritor argentino.

 

Estudia en Ginebra e Inglaterra. Vive en España desde 1919 hasta su regreso a Argentina en 1921. Colabora en revistas literarias, francesas y españolas, donde publica ensayos y manifiestos.

 

De regreso a Argentina, participa con Macedonio Fernández en la fundación de las revistas Prisma y Prosa y firma el primer manifiesto ultraísta. En 1923 publica su primer libro de poemas, Fervor de Buenos Aires, y en 1935 Historia universal de la infamia, compuesto por una serie de relatos breves (formato que utilizará en publicaciones posteriores).

 

Durante los años treinta su fama crece en Argentina y publica diversas obras en colaboración con Bioy Casares, de entre las que cabe subrayar Antología de la literatura fantástica. Durante estos años su actividad literaria se amplía con la crítica literaria y la traducción de autores como Virginia Woolf, Henri Michaux o William Faulkner.

 

Es bibliotecario en Buenos Aires de 1937 a 1945, conferenciante y profesor de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires, presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, miembro de la Academia Argentina de las Letras y director de la Biblioteca Nacional de Argentina desde 1955 hasta 1974. En 1961 comparte con Samuel Beckett el Premio Formentor, otorgado por el Congreso Internacional de Editores. Desde 1964 publica indistintamente en verso y en prosa.

 

Borges utiliza un singular estilo literario, basado en la interpretación de conceptos como los de tiempo, espacio, destino o realidad. La simbología que utiliza remite a los autores que más le influencian -William Shakespeare, Thomas De Quincey, Rudyard Kipling o Joseph Conrad-, además de la Biblia, la Cábala judía, las primigenias literaturas europeas, la literatura clásica y la filosofía.

 

Publica libros de poesía como El otro, el mismo, Elogio de la sombra, El oro de los tigres, La rosa profunda, La moneda de hierro y cultiva la prosa en títulos como El informe de Brodie y El libro de arena. En estos años Borges también publica libros en los que se mezclan prosa y verso, libros que aúnan el teatro, la poesía y los cuentos; ejemplos de esta fusión son títulos como La cifra y Los conjurados.

 

La importancia de su obra se ve reconocida con el Premio Miguel de Cervantes en 1979.

 

Biografía de Jorge Luis Borges | Historia y resumen cronológico

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

GABRIEL GARCIA MARQUEZ

 

Gabriel García Márquez. (6 de marzo de 1927, Aracataca, Colombia - 17 de abril de 2014, México D.F.). Escritor y periodista colombiano.

 

Nace y pasa sus primeros años en una zona caribeña del norte de Colombia, que le marca especialmente por su contraste con Bogotá y otras zonas del país en las que vive más tarde. En 1947 empieza a estudiar Derecho, carrera que abandona para dedicarse al periodismo. Sus primeros artículos se publican en El Espectador y en El Heraldo y pasa a integrar el conocido como “Grupo de Barranquilla”, de cuya mano conoce la obra de los autores que más adelante le influenciarán: Faulkner, Virginia Woolf, Hemingway y Kafka, entre otros.

 

Su primera obra, La hojarasca, se publica en 1955. En esa misma fecha viaja a Europa por primera vez y se queda allí cuatro años, viviendo en Ginebra, Roma y París. Durante su estancia en Francia, donde atraviesa dificultades económicas, escribe El coronel no tiene quien le escriba y La mala hora (publicadas en 1961 y 1962, respectivamente).

 

Regresa a América en 1958 y se instala temporalmente en Venezuela, donde compagina una intensa actividad periodística con la escritura de los relatos de Los funerales de la Mamá Grande (1962). Tras pasar unos meses en Cuba, donde acaba de triunfar la revolución, y vivir un tiempo en Nueva York como corresponsal, decide establecerse en México. Allí trabaja en publicidad y escribe su primer guión para el cine, El gallo de oro, en colaboración con Carlos Fuentes.

 

Unos años después, en 1967, publica la que pronto se convierte en su obra más conocida, y a cuya escritura dedica más de un año de intenso trabajo: Cien años de soledad. El éxito es inmediato, agotándose la primera edición en apenas unos días, y para alejarse de la fama decide ir a Barcelona, donde vive de 1968 a 1974. Allí escribe El otoño del patriarca (publicado en 1975) y cuentos como Isabel viendo llover en Macondo (1968) o Relato de un náufrago (1970).

 

En los años sucesivos alterna su residencia entre México, Cartagena de Indias, La Habana y París. En 1982 recibe el Premio Nobel de Literatura y más adelante escribe El amor en los tiempos del cólera (1985), El general en su laberinto (1989) y Doce cuentos peregrinos (1992). En ese tiempo participa también en la fundación de la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños (Cuba), donde dirige anualmente un taller de guión.

 

Tras obras como Del amor y otros demonios (1994) y Noticia de un secuestro (1996) publica en 2002 Vivir para contarla, donde narra aspectos biográficos de su infancia y juventud. Sus últimas obras publicadas son Memoria de mis putas tristes (2004) y Yo no vengo a decir un discurso (2010).

 

Muere en México D.F. el 17 de abril de 2014. Los herederos de Gabriel García Márquez depositaron el 24 de febrero de 2015 en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes un legado del escritor in memoriam.

 

Gabriel Garcia Marquez on Behance

Graficas de movimiento